Ray Barradas.
Veracruz, Ver.- Las obras de ampliación del Canal de Panamá podrían ser suspendidas si las autoridades del Canal de Panamá no aceptan que existe un sobrecosto de mil 200 millones de euros en el proyecto.
El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, advirtió que con una simple carta enviada por el grupo constructor GUPC; no es suficiente para cambiar las condiciones económicas.
“Si creen que vamos a sentarnos a negociar por una carta están bien equivocados, exigimos que se cumpla el contrato”, afirmó.
La Autoridad del Canal de Panamá evalúa “mecanismos”, en coordinación con la aseguradora del proyecto, para que el impacto de la paralización con la que amenaza el consorcio integrado por Sacyr, la italiana Impregli, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana “sea mínimo”.
Los trabajos de ampliación del Canal de Panamá iniciaron en el año 2007 y permitirá el paso de buques de mayor capacidad. Desde 2009, las obras se han concentrado en la parte principal, presupuestadas en 2.300 millones de euros.
La promesa inicial era concluir en octubre próximo, pero luego se reprogramó a junio de 2015. Una promesa pendiente ahora de las discrepancias sobre el coste de la obra, polémica en la que la ministra española de Fomento, Ana Pastor, que llegará a Panamá en la noche del domingo al lunes, intentará mediar.
El titular de la Autoridad del Canal de Panamá explicó que han sido fieles al contrato. Podemos llegar a acuerdos bilaterales o en otras dos instancias, con presencia de terceros. Si la resolución es contra la ACP, pagamos como ya lo hemos venido haciendo. La intención de suspensión de trabajo es del consorcio, que dice que hemos fallado en no pagarles a tiempo o la totalidad de facturas y esas son cosas que rechazamos.
Recordó que en el pago a los acreedores han sido muy cumplidos, desde un principio pagamos nuestras cuentas al día. El contrato permite 5 a 6 días para pagar y en el último año y medio hemos pagado a los 15, 16, 17 días y hablamos de 80 o 90 millones de dólares mensuales que el Canal ha pagado religiosamente, para que el contratista tenga flujo de caja y siga con la obra.