Jannet Zurita.
Ciudad de México.- El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), rebasa los límites de una decisión aeronáutica para posicionarse como un elemento detonador del desarrollo social, afirmó el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, al detallar la actual situación en el proceso de construcción de esta gran obra.
El titular de la dependencia enfatizó que este proyecto además de constituir una solución real a los problemas de saturación operativa de la actual terminal aérea, traerá múltiples beneficios para el estado huésped y los municipios aledaños a la construcción.
Enfatizó que este proyecto tiene soporte en diversos estudios aeronáuticos, hidrológicos, de suelos, de ingeniería, de arquitectura y ambientales practicados por diversas instituciones de reconocido prestigio nacional e internacional como la empresa de investigación aeronáutica Mitre, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Universidad Nacional Autónoma de México NAM, el Instituto Politécnico Nacional y la Asociación de Transporte Aéreo.
Asimismo puso especial énfasis en que el NAICM se edifica en terrenos que son propiedad federal, por lo que no existe afectación alguna para propiedades sociales y propiedades privadas, todas las actividades constructivas y de desarrollo se realizan con estricto respeto a los derechos de los habitantes de la zona, reiteró.
El funcionario federal aclaró que NAICM generará durante su construcción alrededor de 160 mil empleos, y una vez que esté en operación se habrán creado 450 mil, además, por cada millón de pasajeros adicionales que atiendan, se generarán mil nuevos empleos.
Lo que redundará en un fuerte impulso al desarrollo urbano, debidamente planificado, ordenado y equilibrado de la zona, con nuevas vialidades y sistemas de transporte masivo que aseguren la óptima conectividad con las nuevas instalaciones y la movilidad de personas y mercancías.
Complementariamente, en el aspecto de protección del medio ambiente, señaló que se rescatarán las zonas desprovistas de vegetación mediante un programa de restauración ecológica para crear un conjunto de áreas verdes, estimadas en más de dos mil hectáreas, y un bosque metropolitano con un área de 670 hectáreas que será el principal pulmón de la zona.
Se sanearán los tiraderos de basura que actualmente ya no deben operar, lo que solventará la problemática de depósitos de basura no controlados, para convertirlos en fuentes de producción de biogás.
El NAICM será una referencia global en sustentabilidad, contará con un sistema de recolección y reciclamiento de agua pluvial; el 100 por ciento de las aguas residuales generadas serán tratadas y reusadas; el 70 por ciento del agua utilizada provendrá de sus propias aguas residuales; se reducirá en un 40 por ciento el consumo de energía respecto de estándares internacionales y parte importante del suministro energético podrá generarse con energías limpias, utilizando, entre otros mecanismos, celdas solares y de autogeneración, además contará con iluminación natural y unidad de tratamiento de aire.
Gerardo Ruiz Esparza reveló que en cuanto a las obras hidráulicas, se están invirtiendo 17 mil millones de pesos en infraestructura para hacer que el vaso de Texcoco recupere y conserve su función hidrológica y ambiental, para dar solución definitiva al problema endémico de las inundaciones del Valle de México y de las zonas aledañas a aquel sitio.
Las obras hidráulicas permitirán triplicar la capacidad de almacenamiento de agua de 13 a 38 millones de metros cúbicos y duplicar la superficie lagunera para alcanzar dos mil 700 hectáreas de espejos de agua. Como referencia a esta cifra, recordó que la bahía de Acapulco tiene alrededor de mil 450, mil 500 hectáreas de superficie, es decir, un área de similares características.
Añadió que se rectificarán los ríos del oriente para mejorar la conducción de los escurrimientos; se construirán 145 kilómetros de colectores marginales, para dirigir las aguas residuales a las plantas de tratamiento y evitar el escurrimiento de aguas negras a cielo abierto. Para el tratamiento de las aguas residuales se construirán 24 plantas que permitirán que la zona cuente con agua limpia para riego agrícola y operación del Aeropuerto.
Por su parte, el director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Manuel Ángel Núñez Soto, destacó que el NAICM podrá generar los ingresos que requiera para pagar los créditos que contrate para reembolsar al Gobierno Federal el dinero que invierta en la construcción del mismo.
Señaló que es un proyecto muy generoso, que vendrá a incrementar los activos propiedad de los mexicanos. Vaticinó que solo en la terminal de carga se quintuplicaría la capacidad que hoy tenemos -previendo el crecimiento a corto, mediano y largo plazo- y será evidentemente un gran motor económico del país que nos va a dar acceso a una clase mundial en otros mercados.
Insistió en que se debe aprovechar la ubicación geográfica de México; ya que nuestro país se encuentra en una posición de privilegio con relación a Centroamérica, a Sudamérica, a Norteamérica, a los países europeos por el lado del Atlántico, a los países asiáticos y árabes por el lado del Pacífico y esta ubicación debe de aprovecharse, debe de utilizarse plenamente porque nos da una mayor competitividad.
México está llamado a ser una gran potencia económica y requiere de la infraestructura y la construcción de un gran hub, de un gran nodo aeroportuario que nos permita atraer más pasajeros y carga que van con un destino distinto de nuestro país y nos permitirá también -a la vez- atraer más turismo, más inversiones y tener así una competitividad mucho mayor.
Este Aeropuerto está diseñado, en su etapa final, para llegar a 120 millones de pasajeros y en su primera etapa saldremos con una capacidad para 50 millones de pasajeros.
Reveló que se sigue trabajando con base en los supuestos que traíamos en el 2013, se trata de una inversión del orden de los 169 mil millones de pesos dividida en cuatro mil 700 millones en obras sociales, 17 mil prácticamente en obras hidráulicas; 20 mil en diseño, ingeniería y gestión del proyecto, y 127 mil en infraestructura.
Para esta estrategia también definimos una participación del sector público en un 58 por ciento y del sector privado a través de financiamientos que consigue el propio proyecto por el orden de 71 mil millones de pesos.
Ponderó la confianza de la banca internacional y la banca nacional para otorgar los créditos que se requieren y dijo que los mexicanos van a poder invertir en la construcción del NAICM, en la emisión de bonos, la cual dijo, no es deuda soberana; el riesgo que se está corriendo es sobre la base del propio proyecto, aclaró.
Reveló la contratación de un crédito por mil millones de dólares, de los cuales aproximadamente 130 se utilizaron para pagar lo que se debía aún de la Terminal 2, se utilizaron para crear el fondo de reserva que debe de considerarse en un crédito de esta naturaleza y los costos propios, financieros del proyecto.
Previó que dentro de la ruta crítica en la construcción del NAICM, el propósito es que el 20 de octubre del 2020 la nueva terminal aérea pudiera estar funcionando. “Es una fecha muy ambiciosa, es un reto muy grande, pero estamos trabajando, con el liderazgo del secretario, con toda intensidad todos los días, para tratar de alcanzar este propósito”, culminó.
Confió en que para finales del mes de junio se habrá concluido el plan maestro, en el que se presentará todo lo que es el proyecto aeroportuario integralmente y enfatizó que el NAICM es un plan que está obligado a ser absolutamente transparente.
