Adolfo Cruz.
Barcelona, España.- El Port de Barcelona está poniendo en marcha diferentes iniciativas para reducir el impacto que la actividad portuaria genera en el medio ambiente y en su entorno.
Destacan el programa BCN Zero Carbon, que tiene el objetivo de convertir a Barcelona, en el horizonte del año 2020, en un puerto neutro en emisiones de carbono para el paso de la mercancía.
Asimismo el impulso y la promoción del GNL como combustible para los camiones, naves y la maquinaría portuaria; o la Ecocalculadora, el servicio on-line que permite calcular las emisiones de CO2 de las cadenas logísticas y buscar rutas alternativas más sostenibles.
Es así como el Port de Barcelona trabaja activamente para minimizar el impacto -medioambiental y de movilidad que genera en su entorno, buscando siempre soluciones sostenibles y eficientes.
También analizan los posibles escenarios en los que se desarrollará el transporte marítimo internacional a medio y largo plazo, reflexionando y proponiendo soluciones para cada nuevo reto.
El Port de Barcelona y la asociación Transprime organizaron conjuntamente una jornada sobre la implantación de la zona SECA en el sur de Europa en 2020.
El Seminario SECA: Impacto europeo de las regulaciones de azufre, que se celebró en el World Trade Center Barcelona el pasado 22 de octubre, analizó por primera vez en Barcelona las consecuencias que tendrá en toda la región la implantación de la zona SECA (Sulphur Emission Control Area) en los puertos del sur de Europa en el año 2020.
El seminario recogió los estudios y las valoraciones realizados en los países del norte del continente, donde se aplican estas restricciones desde hace años y que son zona SECA con combustible con un 0’1% de azufre desde el 1 de enero del 2015.
Especialistas europeos en la aplicación de la zona SECA aportaron las visiones de los diferentes sectores implicados: los puertos, las navieras, los cargadores, los operadores logísticos y de transporte y las administraciones.
En esta jornada también se presentaron los trabajos realizados por la European Sustainable Shipping Forum, el grupo de expertos sobre este sujeto impulsado por la CE.
Control de las emisiones de origen marítimo
Las zonas SECA están sometidas a un estricto control de las emisiones originadas por los buques. En estas áreas, situadas actualmente en el Mar del Norte, Mar Báltico, Canal de la Manga y las costas Este y Oeste de los Estados Unidos de América, sólo pueden navegar los barcos propulsados por combustibles con un contenido de 0’1% de azufre en masa, como especifican la normativa europea y el Anexo VI del Convenio Marpol 73/78.
Estos estrictos requisitos medioambientales pueden determinar el desarrollo de la actividad portuaria y afectan al conjunto de la cadena logística, desde los cargadores hasta los clientes finales, pasando por los armadores, operadores logísticos y gestores portuarios.
Para cumplir con esta normativa las navieras tienen hoy diferentes opciones: utilizar gasóleo con el porcentaje de sulfuro establecido por la normativa; utilizar sistemas de lavado de los gases de escape de los motores para eliminar los óxidos de azufre (los denominadosscrubbers); o bien utilizar combustibles alternativos más limpios, como es el caso del gas natural licuado (GNL).
El sur de Europa, zona SECA en el 2020
Dentro de cinco años, para navegar por el mar territorial de los estados ribereños europeos deberá utilizarse combustible con un máximo de 0’5% azufre.
El Port y Transprime (Asociación Española de Empresas con Transporte Privado de Mercancías y Grandes Usuarios del Servicio Público) organizaron esta jornada conscientes de que hay que hacer compatible el transporte marítimo –hoy un factor insustituible para el crecimiento y la internacionalización del país- con una logística limpia, competitiva y de calidad.
L