Susana Cruz.
Veracruz, Ver.- Los buques de Maersk Line y Maersk Tankers han recogido a la deriva en altamar a más de tres mil 500 migrantes que huyen de sus países de origen de 2013 a la fecha.
Apenas el pasado cuatro de mayo, el Maersk Alexander recogió 203 refugiados en las aguas turbulentas del Mediterráneo uno de los últimos rescates de una crisis aparentemente sin luz al final del túnel.
Los migrantes de países africanos asediado por los conflictos armados y países como Siria e Irak arriesgan sus vidas en travesías peligrosas a menudo en embarcaciones inadecuadas con la esperanza de llegar a las costas europeas.
Limitados por las leyes, los barcos mercantes, que surcan la conocida ruta comercial entre Europa y Asia, han estado recogiendo refugiados desesperados de las aguas desde hace años, ya sea a través de encuentros casuales o misiones de búsqueda y rescate dedicados a la par con las autoridades costeras.
La situación es para que los políticos la resuelvan y no las líneas navieras. Nuestros buques no están equipados para ello, y tenemos que pensar en la seguridad y el bienestar de nuestra tripulación en tales situaciones, asegura Steffen Conradsen, Jefe de Gestión de Crisis de la línea Naviera Maersk.
Tommy Thomassen, Director Técnico de Maersk Tankers , está de acuerdo: “Nuestros equipos han realizado rescates impecablemente y estamos muy orgullosos de ellos. Sin embargo, ellos no tienen la formación necesaria para llevar a cabo estas misiones y nuestros barcos no están equipados para hacer frente a este tipo de retos”.
“Sin duda, tenemos que intervenir y ayudar cuando hay vidas humanas en juego. Sin embargo, estas situaciones representan una inmensa carga para nuestros equipos”, agrega. Alimentos, agua y atención médica son las principales preocupaciones cuando se ejecuta un rescate de migrantes.
Para un equipo típico de aproximadamente 20 a 25 marinos a bordo de un buque de Maersk, la proporción de refugiados a la tripulación podría ser tan alta como de diez a uno o más, teniendo en cuenta los cientos que son rescatados.
El Capitán Andrew Lewington, Maestro de la Maersk Ratisbona, que ha participado en varios rescates, dice que su equipo ha superado el reto con aplomo, pero las preocupaciones permanecen. La seguridad y la salud de su tripulación es la prioridad principal.
Él recuerda: “Cuando llegamos a nuestro anclaje en Sicilia el año pasado en la puesta del sol nos dijeron que el desembarco se realizaría solamente a la luz de día siguiente y los migrantes estaban muy estresados e inquietos ya que querían desembarcar de inmediato”.
“Nos retiramos toda la tripulación de la cubierta principal y nos encerramos durante la noche sólo por razones de seguridad. Por suerte, no pasó nada. La mayoría de los migrantes son agradecidos a ser rescatados”.
De acuerdo con Maersk Line todos los tripulantes están capacitados para ejercicios de búsqueda pero no hay una formación específica para situaciones extremas donde participan cientos de personas. Debido a su ruta y mayores posibilidades de encontrar con migrantes el Maersk Ratisbona lleva a cabo sus propios ejercicios regulares para entrar en acción si fuera necesario.