Raymundo Barradas.
Barcelona, España.- La industria automovilística se ha desarrollado en Barcelona -la primera ciudad industrial de España y centro de una de las cuatro regiones motores de Europa- a lo largo del siglo XX.
El Port de Barcelona ha tenido un papel protagonista en el desarrollo de este sector a lo largo de la historia y es hoy uno de sus principales factores de competitividad, tanto para los vehículos acabados cómo para el tráfico de contenedores con piezas.
Cuando esta industria empieza a crecer en Cataluña, con fabricantes como Hispano Suiza o Elizalde, que alcanzan renombre internacional, el Port se convierte en una puerta para la entrada de todas aquellas piezas y componentes que todavía no se fabricaban en el país y el punto de importación y exportación de los vehículos acabados.
Un ejemplo de la potencia que tenía la combinación Puerto-industria es el hecho que el fabricante norteamericano Ford instaló una factoría de montaje en el sur de España en 1920 y, tres años después, decidió trasladar toda la cadena de producción a Barcelona.
La Guerra Civil y la autarquía de los años posteriores comportaron un radical cambio de escenario. La fábrica de la Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT) se construyó a principios de los años 50 en la Zona Franca por exigencia de su socio tecnológico, la empresa FIAT, que necesitaba la factoría cerca del Port de Barcelona para llevar desde Italia los suministros para los primeros modelos, el SEAT 1.400 y el SEAT 600.
La gran fábrica de SEAT en Martorell, inaugurada el 1993, sigue teniendo una excelente conectividad terrestre -viaria y ferroviaria- con el Port.
Industria consolidada y en expansión
La otra gran fábrica de automóviles que existe hoy en Barcelona, de la multinacional japonesa Nissan, también está situada en terrenos de la Zona Franca, ocupados desde los años 60 del siglo pasado por Motor Ibérica, S.A. Las dos fábricas están construyendo actualmente vehículos para las diferentes marcas, englobadas en sus grupos empresariales, y tienen en marcha planes para desarrollar nuevos modelos durante los próximos años.
Barcelona es el primer puerto del Mediterráneo, y uno de los líderes de Europa, en tráfico de vehículos nuevos con 748 mil unidades movidas durante el 2014. El Port tiene una cuota del 25% del tráfico marítimo de vehículos de España, de los cuales el 85% fueron destinados a la exportación en el ejercicio pasado.
Estas cifras se reflejan en el puerto catalán: del total de vehículos nuevos que pasaron por el Port en 2014, 431 mil 440 unidades fueron de exportación (+13,5%), 123 mil 242 unidades de importación (+15%), 97 mil 533 unidades de cabotaje –con otros puertos españoles– (+20%) y los 96 mil vehículos restantes fueron en régimen de transbordo.
Servicios específicos para el sector
Esta posición de liderazgo se ha conseguido gracias a la cantidad y calidad de los servicios específicos para el sector. El Port dispone de dos terminales especializadas en vehículos –Autoterminal y Setram– y también atiende vehículos nuevos en la terminal de cabotaje de Acciona, en la Barcelona Grimaldi Terminal -dedicada al transporte marítimo de corta distancia en barcos tipos ferry- y en la terminal multipropósito Port Nou.
Autoterminal y Setram ofrecen una superficie total de almacenamiento de más de un millón de metros cuadrados, de los cuales prácticamente la mitad son cubiertos en silos verticales de cuatro pisos. Las dos terminales ofrecen servicios de valor añadido a sus clientes, como por ejemplo la puesta a punto previa a la entrega al concesionario, adaptaciones de diferentes modelos para mercados específicos, etc.
Las terminales especializadas tienen seis puntos de atraque para car-carriers (cuatro para buques oceánicos) y cuentan con un área de 25 hectáreas para facilitar las grandes operativas de carga y descarga y las puntas de tráfico. Esta gran superficie, que se reserva para la expansión futura del tráfico de vehículos, ya está a disposición de las terminales, que la utilizan para operaciones masivas de transbordo que requieren grandes superficies. Además, en este punto el Port ha construido la nueva terminal ferroviaria para vehículos del muelle Príncipe de España, que facilita la logística marítimo-ferroviaria.
La apuesta por el ferrocarril
Vehículos de todas las marcas que se producen o comercializan en España pasan por el Port de Barcelona. Para conectar con las plantas de producción el Port ha apostado por los servicios ferroviarios. El primero, por volumen y frecuencia, es el servicio Autometro, que conecta la factoría de SEAT y el Port. Operado por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, tiene 3 circulaciones diarias y mueve más de 100.000 coches el año. También hay un tren diario a Pamplona (a la fábrica Volkswagen de Landaben), uno a Valladolid y Palencia, y un tren semanal a Ávila. También se operan trenes procedentes de Figueruelas (Zaragoza), Madrid y Vigo, con varias regularidades crecientes.
El Port ha construido instalaciones ferroviarias en las diferentes terminales para dar un servicio rápido y eficiente a esta industria. Además de las terminales ferroviarias situadas en la dársena Sur (Autoterminal y Setram) y de la ya mencionada del muelle Príncipe de España, también ha construido la del muelle de Costa, que permite el acceso directo de los trenes a las terminales de Grimaldi y de Acciona.
La suma del importante volumen de tráfico con origen y destino a diferentes puntos de España y Europa y las buenas conexiones y servicios multimodales del Port permite generar sinergias y potenciar el tráfico de vehículos por vía marítima-ferroviaria. Las terminales de vehículos cuentan con conexión ferroviaria con los tres anchos (Ibérico, UIC y métrico) y terminal ferroviaria, que durante el 2016 se prolongará hasta los 750 metros.
Barcelona es el único puerto del Estado donde es posible realizar un transbordo directo de un tren de ancho Ibérico a un UIC, hecho que ha permitido poner en marcha un nuevo servicio ferroviario con 4 trenes semanales en ancho UIC con Markolsheim (norte de Francia): los trenes transportan vehículos fabricados en Francia y dirigidos a los mercados español y argelino cuando van en sentido sur, y vehículos fabricados en Zaragoza dirigidos al mercado europeo cuando van en sentido norte.
Completa oferta de conectividad marítima
La oferta de servicios logísticos del Port de Barcelona para el sector de la automoción se completa, en la vertiente marítima, con una oferta de conectividad -tanto de larga cómo de corta distancia- que cubre todas las necesidades de los importadores y exportadores.
Destacan los servicios con el Lejano Oriente, con el cual tradicionalmente ha existido un importante tráfico de importación y que durante los últimos años se ha convertido también en una zona receptora de vehículos fabricados en España. Los puertos del Oriente Medio también quedan unidos con Barcelona por cuatro servicios quincenales. Otros servicios de larga distancia comunican el Port con Norteamérica y han permitido que México se convierta en un gran socio comercial de Barcelona para esta industria, tanto en tráficos de exportación como de importación. Destinos como Sudáfrica y Oceanía, clientes tradicionales de algunos modelos fabricados en Barcelona, quedan también conectados con regularidad.
Los tráficos de corta distancia realizan la distribución tanto de los vehículos llegados de orígenes lejanos y que deben llevarse a su destino final, como de los vehículos fabricados en Europa y que se exportan a otros países del continente, el norte de África, países del este del Mediterráneo, así como las Islas Baleares y las Canarias.
Más capacidad y más frecuencias
Las navieras que operan este tipo de tráfico, tanto las naves car-carrier puros como el tipo ferry entre destinos cercanos, han aumentado la capacidad de sus naves y la frecuencia de sus servicios para dar respuesta al crecimiento de la industria.
Las cadenas de aprovisionamiento para fabricar un automóvil son cada vez más complejas y requieren de servicios logísticos eficientes. El Port de Barcelona es también líder en transporte de piezas de automoción y vehículos desmontados, tanto de importación como de exportación. En Cataluña hay una potente industria de piezas para el automóvil que nutre, cada vez más, a fábricas situadas en Suráfrica, Marruecos, Argentina, India o China.
Del mismo modo, la globalización ha hecho que vehículos montados en Europa cuenten con piezas provenientes de todo el mundo. Un ejemplo es el servicio regular de contenedores que el Port de Barcelona opera con la Terminal Marítima Zaragoza (tmZ) para la fábrica que el grupo General Motors tiene en Figueruelas: unos 100 contenedores semanales con piezas procedentes de Corea del Sur salen del Port en tren hacia tmZ y de allí en camión hasta el destino final. Una vez montados, los vehículos son enviados en ferrocarril a Europa y, nuevamente en buque desde Barcelona a otros destinos de todo el mundo.
Se trata de un tráfico creciente, que ha pasado de los 42 mil contenedores con piezas registrados en 2013 a más de 50 mil contenedores durante el ejercicio pasado. En el primer trimestre de 2015 ya se ha producido un incremento del 45% respecto al mismo periodo de 2014.