Esperanza Morales.
Veracruz, Ver.- La Organización Marítima Internacional (OMI) se ha comprometido a abordar de forma más profunda el acuciante problema medioambiental que suponen los plásticos, con la adopción de un plan de acción destinado a mejorar las regulaciones existentes y a introducir nuevas medidas de apoyo que permitan reducir la basura plástica marina procedente de los buques.
El Comité de protección de medio marino (MEPC) adoptó el 26 de octubre el plan de acción elaborado como parte de los esfuerzos mundiales para prevenir que la basura plástica marina entre en los océanos mediante las actividades de los buques. En virtud de las reglas para prevenir la contaminación por las basuras de los buques del Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques (Convenio MARPOL), el vertimiento de plásticos en los océanos ya está prohibido.
Además, el Convenio MARPOL obliga a los Gobiernos a garantizar la provisión de instalaciones en los puertos y terminales para la recepción de basuras. En el marco del Convenio y el Protocolo de Londres sobre vertimiento de desechos en el mar, solo materiales permitidos pueden ser vertidos en el mar y para ellos antes tienen que ser evaluados para garantizar que no contienen basura plástica.
Durante la reunión del MEPC 73, los Estados Miembros reconocieron que había que hacer un mayor esfuerzo para abordar los problemas de salud y medioambientales que suponen la basura plástica marina. Por ello, acordaron que las acciones propuestas, que afectan a todo tipo de buques incluidos los pesqueros, deberán ser completadas para 2025. El plan de acción respalda el compromiso de la OMI de cumplir las metas establecidas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (ODS 14) sobre los océanos.
La basura plástica marina puede también suponer amenazas para el sector marítimo. Por ejemplo, las redes de pesca perdidas pueden enredarse en hélices y timones. El plan de acción toma nota de que la basura plástica marina entra en el medio marino como resultado de una amplia diversidad de actividades terrestres y marinas. Tanto los macroplásticos (por ejemplo, artículos de plástico grandes, como las bolsas de plástico y las botellas de agua y artes de pesca) como los microplásticos (partículas plásticas pequeñas, generalmente de un tamaño igual o inferior a 5 mm) persisten en el medio marino y dan lugar a efectos perjudiciales en la vida y la biodiversidad marinas, así como a repercusiones negativas en la salud humana. Además, la basura plástica marina afecta negativamente a las actividades como el turismo, la pesca y el transporte marítimo.
Este material plástico puede recuperarse para la actividad económica mediante la reutilización o el reciclaje. Hay estudios que demuestran que a pesar del marco regulatorio existente para prevenir la basura plástica marina procedente de los buques, las descargas en el mar siguen ocurriendo.
Este plan de acción ofrece a la OMI un mecanismo para identificar unos resultados específicos y medidas para alcanzar esos resultados, de manera útil y cuantificable. El Plan de acción se basa en los marcos normativos y regulatorios existentes e identifica las oportunidades para mejorar estos marcos e introducir nuevas medidas de apoyo para abordar el problema de la basura plástica marina procedente de los buques. Las medidas concretas y otros detalles seguirán siendo examinados por el MEPC 74.