Pedro Cruz.
Veracruz, Ver.- En el mundo de la logística y la cadena de frío, la eficiencia es clave para mantener los productos frescos y seguros. Sin embargo, la distancia y los costos de transporte pueden ser un obstáculo para las empresas que buscan expandirse a nuevos mercados. Pero ¿qué pasaría si pudiera hacerse de manera más eficiente y asequible?.
El nearshoring es una oportunidad que está revolucionando la forma en que las empresas manejan su cadena de frío. Tan solo desde 2018, cuando comenzó la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los flujos de inversión de los países asiáticos a México han aumentado notablemente: China +278 % y Hong Kong +181 %.1
El auge del nearshoring, la relocalización de la producción cerca de los mercados de consumo, representa un gran acierto para México si se capitaliza, pues se pronostican hasta US$78.000 millones en inversión extranjera directa para 2032.2 Asimismo, es una oportunidad transformadora para las empresas que dependen de una cadena de frío eficiente, pues al acortar las distancias de transporte, se reducen significativamente los tiempos de tránsito y la exposición a factores externos que pueden afectar la calidad de los productos termosensibles.
Cómo no imaginar una cadena de frío optimizada que permita que frutas frescas, productos lácteos o medicamentos sensibles a la temperatura lleguen a su destino en cuestión de horas, no días. El nearshoring lo hace posible, minimizando el riesgo de descomposición, mermas y retrasos.
Para Kryotec, empresa especializada en soluciones que garantizan la integridad de los productos en la cadena de frío, esta relocalización geográfica no solo beneficia la frescura y calidad de los productos, también abre la puerta a nuevas estrategias de distribución y logística, en las que la entrega directa, desde los centros de producción a los puntos de venta final, permite un control más preciso de la temperatura y la humedad a lo largo de toda la cadena de frío.
Nearshoring: Una tendencia en auge
El nearshoring no solo optimiza la frescura, sino que también abre la puerta a una cadena de frío más inteligente y resiliente. La relocalización de la producción facilita la implementación de tecnologías de monitoreo y sistemas de gestión de datos que permiten una mayor visibilidad y control sobre los procesos. Además, en el contexto de industrias de productos termosensibles, las empresas también pueden optar por ubicar sus centros de producción y distribución en países cercanos; y es que, para los responsables del éxito de la cadena de frío, el nearshoring representa una oportunidad para rediseñar sus procesos, optimizar sus recursos y ofrecer productos perecederos con mayor frescura, calidad y seguridad alimentaria. Sin embargo, a medida que se adopte esta tendencia de la cadena de frío como estrategia para optimizar las operaciones comerciales, las empresas productoras y de logística se enfrentan a nuevos desafíos en la gestión de la cadena de frío.
De acuerdo con expertos en soluciones para la cadena de frío, el envío de productos sensibles a la temperatura y su distribución a ubicaciones más cercanas al mercado de destino, debe garantizar que los productos se mantengan dentro de los rangos de temperatura adecuados durante todo el proceso de transporte. “El nearshoring es un paso hacia una cadena de frío más resiliente, sostenible y eficiente, alineada con las demandas de un mercado cada vez más exigente y, en este contexto, se debe contar con un enfoque innovador que asegure el cumplimiento con los estándares de calidad y seguridad requeridos especialmente en la industria farmacéutica”, señaló Carlos Infante y Loya, fundador y presidente del consejo de administración de Kryotec.
Y es que el nearshoring invita a la innovación en la cadena de frío. Desde el desarrollo de empaques que garantizan la temperatura óptima hasta la implementación de vehículos autónomos refrigerados, las posibilidades son infinitas. Esta revolución tecnológica impulsará la eficiencia, la seguridad y la trazabilidad en toda la cadena de suministro, por lo que los responsables del éxito de la cadena de frío deben ser proactivos y capitalizar las oportunidades que presenta.
Para ello, es momento de reevaluar las estrategias tradicionales, repensar los modelos logísticos y adoptar tecnologías innovadoras para garantizar la frescura, la calidad y la sostenibilidad de los productos perecederos; hoy se requieren soluciones integrales y personalizadas, que garanticen la integridad de los productos desde el origen hasta el destino.