Pedro Cruz.
Ciudad de México.-En una sociedad cada vez más interconectada, en el que las transacciones comerciales y la comunicación tienen lugar principalmente en entornos digitales, los delincuentes han encontrado un terreno fértil para sus actividades ilícitas. La necesidad de comprender y abordar este fenómeno es de suma importancia, a medida que las plataformas en línea se convierten en un espacio lucrativo.
Si bien las plataformas en línea están en auge para estas actividades, hay también ejemplos de lo que sucede en el comercio físico. A inicios de este mes el Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (Concomercio) denunció que los abarrotes y los pequeños negocios de compraventa son obligados por los delincuentes a vender cigarros robados mediante extorsión y chantaje, y que muchos de los pequeños negocios en México son usados como canales de distribución para el movimiento de productos ilegalmente adquiridos.
Actualmente las tácticas de los delincuentes han evolucionado para explotar las plataformas en línea con el fin de posicionar bienes robados. Overhaul, líder mundial en gestión de riesgos de la cadena de suministro, presenta los métodos utilizados por estos delincuentes y los retos que representan para las autoridades y las empresas.
Estrategias diversificadas para monetizar los bienes robados
Los delincuentes emplean múltiples estrategias para convertir los cargamentos robados en dinero en efectivo. Aunque la venta directa de mercancías es la más conocida, esta estrategia se diversifica de varias maneras. Desde la venta de mercancías ilegales en el mercado negro hasta la infiltración de mercancías de gran valor en los canales legales, los delincuentes han demostrado una gran capacidad de adaptación en su búsqueda de beneficios ilícitos.
• Ventas en línea como canal de distribución
Con la creciente popularidad del comercio electrónico, los delincuentes han encontrado en las plataformas en línea un medio cómodo y rentable de vender bienes robados. Desde los mercados negros de la web oscura hasta los sitios de comercio electrónico convencionales, los delincuentes utilizan diversos métodos para ofrecer bienes robados de forma aparentemente legítima, aprovechando la falta de regulación y la dificultad para rastrear la procedencia de los bienes.
• Solicitar recompensa
Los delincuentes pueden pedir un rescate por los envíos, con la esperanza de que las empresas paguen para recuperar su carga en lugar de arriesgarse a perderla por completo o también manchar la imagen de marca . Esta táctica es especialmente eficaz con mercancías como los productos farmacéuticos, en los que las empresas podrían ser consideradas responsables de la pérdida de productos consumibles.
• Robo por estafa: bajo riesgo, alta recompensa
El robo por estafa presenta un singular aliciente para los delincuentes debido a su naturaleza de bajo riesgo y a su capacidad para operar a distancia. A diferencia de otros delitos relacionados con el transporte de mercancías que pueden ser violentos y físicamente peligrosos, el robo por estafa se basa en la manipulación de procesos empresariales y la generación de documentos falsos confunden operaciones a través de comunicación electrónica, lo que lo convierte en un delito difícil de detectar y perseguir.
Retos y factores que incrementan los robos con engaño
El aumento de los robos mediante engaño se atribuye a una serie de factores, entre ellos la creciente dependencia de la sociedad de la tecnología y el acelerado clima empresarial. Las intrusiones cibernéticas, como la ingeniería social y el phishing, permiten a los delincuentes infiltrarse en las empresas y acceder a información sensible, facilitando el fraude y la falsificación de documentos.
La recuperación de activos robados y la mitigación de los riesgos asociados al robo fraudulento representan importantes retos para las empresas y las autoridades. La complejidad del seguimiento y la recuperación de activos robados, especialmente en entornos internacionales, pone de relieve la necesidad de colaboración entre sectores, regiones y jurisdicciones para abordar el problema de forma global.
La explotación de plataformas en línea por parte de los delincuentes para posicionar bienes robados plantea desafíos significativos para la seguridad de la cadena de suministro y la aplicación de la ley. Es crucial comprender las tácticas utilizadas por los delincuentes e implementar estrategias proactivas, por parte de las empresas y autoridades para mitigar los riesgos asociados con el fraude cibernético y salvaguardar el comercio global.