Pedro Cruz.
Veracruz, Ver.- DNV, el organismo de certificación líder en el mundo, publicó en su última perspectiva de transición energética que el hidrógeno ganará impulso con el tiempo en el camino del sector hacia el cero neto.
El informe destaca el hidrógeno como esencial para la descarbonización de sectores en los que es difícil alcanzar la reducción, como los procesos de alta temperatura en la fabricación, el transporte marítimo y la aviación.
La demanda de hidrógeno como vector de energía se disparará desde los niveles insignificantes actuales hasta más de 250 MtH2 por año para 2050. La economía del hidrógeno a gran escala proyectada requerirá una infraestructura de tuberías nueva o reutilizada, junto con las energías renovables y la red eléctrica.
Por esta razón, DNV lanzó en 2021 el Proyecto de Industria Conjunta H2Pipe (JIP), con el objetivo de desarrollar una guía para el diseño, recalificación, construcción y operación seguros y confiables de tuberías destinadas al transporte de gas hidrógeno.
Tenaris recibió a los participantes del JIP en sus instalaciones de Dalmine, Italia, para revisar el estado actual de la Fase 1 del JIP y acordó su segunda fase, que comenzará a principios de 2023.
Philippe Darcis, director sénior de tecnología de tuberías de Tenaris y presidente nominado de DNV H2Pipe JIP, tuvo el placer de dar la bienvenida a los más de 30 participantes del JIP, de diferentes continentes, en representación de diversas áreas del sector energético.
“Esta reunión ha sido clave para discutir abiertamente las preocupaciones y prioridades de la industria sobre el transporte de hidrógeno y acordar una visión común para desarrollar pautas sólidas para las tuberías de hidrógeno. Estamos apoyando esta iniciativa internacional con nuestras décadas de investigación y desarrollo en campos exigentes y experiencia en tecnología de materiales”, dijo.
La Fase 2 del H2Pipe abarcará diferentes tareas, incluido un programa completo de pruebas experimentales para mejorar la comprensión de los mecanismos de fragilización por hidrógeno y de cómo el hidrógeno afecta la integridad del material de la tubería. Los resultados de esta segunda fase se utilizarán para seguir desarrollando pautas y prácticas recomendadas, y asegurar que los requisitos de diseño y materiales no comprometan la integridad y seguridad de la tubería, y además permita un diseño rentable.
